Ayer fue un día sin trabajo hasta las 16.30 más o menos. No estaba muy inspirada y no escribí mucho. Me entró la desazón por no recibir ni un mensaje de Mr. Charming y me dio la tristeza, el síndrome de lo que pasa cuando, como diría Sean , "You've got too much spare time in your hands". Me dio un bajón anímico cañón. Ya sé que este es el blog de la buena vibra y voy para allá. Llegué de malas a la casa. Y eso que Ame me dio la excelente noticia de que había sacado 8.00 en su examen de Mate 3. Nos fuimos a celebrar a McDonald's y ahí platiqué con ella y me dio consejos. Es raro que sea mi hija quien me de consejos a mí y no al revés, pero qué quieres, nunca tuve la habilidad que ella tiene, ni su experiencia, ni su mamá, la mía era y es muy pre-nietzsche por decirlo de algún modo. El punto es que me calmó.
Y bueno, sí le había enviado yo un mensaje a Mr. Charming que me contestó de inmediato y fue divertido, pero not enough for me. I mean I want beyond divertido.
El punto es que estaba escribiendo el blog de Café y el invierno contigo cuando me llegó un mensaje. Creyendo que era de UNO lo ignoré y a las quinientas lo tomé para borrarlo y me sorprendió gratamente ver que era de Mr. Charming y que me enviaba mis mil besos. Eso estuvo lindo y ya unexpected porque yo creía que ya no me iba a escribir nada. Me dio ternura y quizá todo esté en mi mente, pero fui feliz. Solo eso necesito para mantener mi adicción, una pequeña dosis de mil besos diarios. Le contesté, me contestó, le volví a contestar y ya no dijo nada. No importa qué, hubo más de un mensaje. Y estoy mal, tan mal, pero por el momento me vale.
jueves, 10 de julio de 2014
miércoles, 9 de julio de 2014
8 julio, 2014
Día tranquilo en el trabajo. Mucho tiempo para escribir en muchos blogs. Avance un buen en TLP y hasta me dio miedo.
En la noche me fui a cenar con Helena y fue bueno porque me hacía falta hablar todo lo de Mr. Charming. Aunque había hablado con Gina, me hacía falta el punto de vista de una verdadera insider, de alguien que ya hubiera caminado esa ruta. Y me sirvió y me ayudó mucho.
En la noche me fui a cenar con Helena y fue bueno porque me hacía falta hablar todo lo de Mr. Charming. Aunque había hablado con Gina, me hacía falta el punto de vista de una verdadera insider, de alguien que ya hubiera caminado esa ruta. Y me sirvió y me ayudó mucho.
martes, 8 de julio de 2014
7 julio, 2014
Y le mandé un mensaje a Mr. Charming preguntándole qué quería decir que me comiera el chocolate y contestó que tener sexo con él toda la vida. Y me dio risa. Y luego me dio tristeza. Y es que así soy. Sé que no me ofreció nada y sé que eso acepté, pero de repente sí quiero todo. O bueno, algo más que solo sexo infinito. Y es que maldito Sabina tenía que meterme el concepto del amor que nunca muere y de querer del otro solamente que muera por mí.
Ok, ya. En la noche Ame y yo fuimos a cenar y platicamos y me cae muy bien mi hija, amo la relación que tenemos y si yo nunca consigo ser la gran escritora, ella sí será la gran artista. Y bueno, hasta eso Mr. Charming también me impulsa. Me preguntó cómo iba mi historia para el concurso, sabe que es la que urge. Sabe. Pone atención y le importa. Es el tipo de persona que sabe lo que quiere y que va por ello. Eso es de aprendérselo. Eso es lo que sacaré de él. Esa será la lección que me deje.
Quedé con Helena de cenar mañana.
Ok, ya. En la noche Ame y yo fuimos a cenar y platicamos y me cae muy bien mi hija, amo la relación que tenemos y si yo nunca consigo ser la gran escritora, ella sí será la gran artista. Y bueno, hasta eso Mr. Charming también me impulsa. Me preguntó cómo iba mi historia para el concurso, sabe que es la que urge. Sabe. Pone atención y le importa. Es el tipo de persona que sabe lo que quiere y que va por ello. Eso es de aprendérselo. Eso es lo que sacaré de él. Esa será la lección que me deje.
Quedé con Helena de cenar mañana.
lunes, 7 de julio de 2014
6 julio, 2014
Mi madre me dijo que no íbamos a comer y que no le hablara, así que no lo hice. lavé ropa y luego ame llegó ultra temprano de haber ido con su padre, así que nos fuimos al cine a ver "Nynphomaniac", la película que toda madre debe ver con su hija. El tipo que vendía los boletos en el cine se nos quedó viendo muy asustado. A veces las reacciones de la gente normal me hacen desconfiar de mi sanidad y solo es prejuicio de mi escasa moral.
5 julio, 2014
Sábado intenso. Vi a Mau y le conté todo con detalle y muy en orden. A todo el mundo le pasa lo mismo que a mí, primero se enamoran de Óscar y luego lo odian. Yo todavía no lo odio, sé que probablemente algún día lo haga para poder romper con él y luego será equis. Mientras tanto lo disfruto mucho. Planeo absorberle todo lo que pueda mientras esto dure. Ok, suficiente de pre-amargura.
Después de una cerveza y un whisky japonés, Mau me llevó al metro y empezó la segunda aventura de la noche. Debo recordar llegar a Iztapalapa mientras aun sea de día. No es razonable, ni siquiera tranquilizante llegar una vez que se haya puesto el sol.
No solo llegué cuando ya la noche se había establecido, sino que salí justo en frente de un panteón. No era exactamente reassuring. El único lugar bien iluminado era una paletería de La Michoacana que estaba a un lado. Pero no me supieron decir cómo llegar a la calle de Hidalgo.
Finalmente un chico sí supo y con seguridad me dijo cómo llegar y llegué al mercado y de ahí ya no supe cómo moverme. Le hablé a Anto y a las quinientas me contestó, me pasó a Ernesto y ya llegué. No estaba lejos, pero sí aterrada porque no sabía dónde estaba. Una vez dentro respiré y descansé. Me senté con Fabi y discretamente escanée el lugar buscando a mi Mr. Charming. No había llegado. Como a la hora llegó. Fue a saludar a todo el mundo y Anto me lo llevó de la mano. -Clau, aquí te buscan, me dijo.
Ya no se separó de mí en toda la noche, excepto para platicar con Wilebaldo y luego con Malú.
Desde que llegó me preguntaba si ya me quería ir. Y el que se quería ir a otro lado era él.
Después del pastel y de un buen rato, de platicar y de incluso que se fuera Fabi, de que él cenara y de que platicáramos con Anto y Rubén, nos fuimos. Y bueno, después de una última chela, un último cigarro, una última tostada, un último baile.
En el auto me abre la puerta, me meto y se queda en la puerta viéndome y me pregunta, -¿Te acuerdas que la última vez me dijiste que te gustaba el chocolate?
-Sí...- Contesté dudosa, en tono de pregunta.
-¿Y ya viste lo que hay ahí? Me dijo señalando la parte lateral de la puerta, donde hay como un espacio para guardar cosas.
Vi que había un par de chocolates Lindt, oscuros, uno de 70% y el otro de 90%. La enorme sonrisa afloró en mi boca, igual que las chispas en mis ojos. Él también sonrió con satisfacción cuando vio mi alegría. y entonces me preguntó fingidamente serio, -¿Y sabes lo que quiere decir cuando te regalan chocolate?
-No... Contesté en tono de pregunta otra vez.
-Que quieren tener sexo contigo. ¿Sabes qué quiere decir que aceptas el chocolate?
-¿Que acepto tener sexo? Dije en tono de respuesta.
-Exacto.
Y bueno, eso siguió.
Llegando a la casa, cuando los pajaritos ya cantaban, antes de clarear se queda un rato sentado en al auto y me dice, -Falta otra cosa. Y se baja y va a la cajuela del auto. Me acerco y al abrir saca un paquete enorme. -Pero este es para Ame.
Era un block de dibujo enorme y lápices.
Yo no tenía idea de la magnitud del regalo hasta que Ame se despertó y lo vio. Dijo que eran súper buenos y de lo más nice, que eran de los que usaba Emilio. Estaba encantada, pero aún así todavía exige más de Óscar para que se gane su respeto.
Después de una cerveza y un whisky japonés, Mau me llevó al metro y empezó la segunda aventura de la noche. Debo recordar llegar a Iztapalapa mientras aun sea de día. No es razonable, ni siquiera tranquilizante llegar una vez que se haya puesto el sol.
No solo llegué cuando ya la noche se había establecido, sino que salí justo en frente de un panteón. No era exactamente reassuring. El único lugar bien iluminado era una paletería de La Michoacana que estaba a un lado. Pero no me supieron decir cómo llegar a la calle de Hidalgo.
Finalmente un chico sí supo y con seguridad me dijo cómo llegar y llegué al mercado y de ahí ya no supe cómo moverme. Le hablé a Anto y a las quinientas me contestó, me pasó a Ernesto y ya llegué. No estaba lejos, pero sí aterrada porque no sabía dónde estaba. Una vez dentro respiré y descansé. Me senté con Fabi y discretamente escanée el lugar buscando a mi Mr. Charming. No había llegado. Como a la hora llegó. Fue a saludar a todo el mundo y Anto me lo llevó de la mano. -Clau, aquí te buscan, me dijo.
Ya no se separó de mí en toda la noche, excepto para platicar con Wilebaldo y luego con Malú.
Desde que llegó me preguntaba si ya me quería ir. Y el que se quería ir a otro lado era él.
Después del pastel y de un buen rato, de platicar y de incluso que se fuera Fabi, de que él cenara y de que platicáramos con Anto y Rubén, nos fuimos. Y bueno, después de una última chela, un último cigarro, una última tostada, un último baile.
En el auto me abre la puerta, me meto y se queda en la puerta viéndome y me pregunta, -¿Te acuerdas que la última vez me dijiste que te gustaba el chocolate?
-Sí...- Contesté dudosa, en tono de pregunta.
-¿Y ya viste lo que hay ahí? Me dijo señalando la parte lateral de la puerta, donde hay como un espacio para guardar cosas.
Vi que había un par de chocolates Lindt, oscuros, uno de 70% y el otro de 90%. La enorme sonrisa afloró en mi boca, igual que las chispas en mis ojos. Él también sonrió con satisfacción cuando vio mi alegría. y entonces me preguntó fingidamente serio, -¿Y sabes lo que quiere decir cuando te regalan chocolate?
-No... Contesté en tono de pregunta otra vez.
-Que quieren tener sexo contigo. ¿Sabes qué quiere decir que aceptas el chocolate?
-¿Que acepto tener sexo? Dije en tono de respuesta.
-Exacto.
Y bueno, eso siguió.
Llegando a la casa, cuando los pajaritos ya cantaban, antes de clarear se queda un rato sentado en al auto y me dice, -Falta otra cosa. Y se baja y va a la cajuela del auto. Me acerco y al abrir saca un paquete enorme. -Pero este es para Ame.
Era un block de dibujo enorme y lápices.
Yo no tenía idea de la magnitud del regalo hasta que Ame se despertó y lo vio. Dijo que eran súper buenos y de lo más nice, que eran de los que usaba Emilio. Estaba encantada, pero aún así todavía exige más de Óscar para que se gane su respeto.
4 julio, 2014
Día deliciosamente tranquilo. Me pregunto si tengo un problema por disfrutar la soledad. Fue la comida des despedida de marce y entonces me fui a casa. Ame se iba a la obra de Scarlett y se quedó a dormir por allá. Cualquiera le hablaría a su amante para pasa la noche juntos, not me. Yo me la pasé cantando, escribiendo y disfrutando mi cama y el silencio.
viernes, 4 de julio de 2014
3 julio, 2014
Ayer hice las paces con Héctor y eso me tiene de buen humor. Detesto que me ignore y no me hable. Ayer el jefe Óscar me dijo que le preguntara a Héctor que si podía recortar unas páginas de pdf. Le pregunté y me saludó, "Hola, Clau..." y me saqué de onda. Y le pregunté que de cuándo a acá me decía así y empezó la charla y ya somos amiguitos de nuevo.
En cuanto a mi Óscar no me gustó el día. Ame me dijo que alucino y que soy muy intensa, pero así soy.
En cuanto a mi Óscar no me gustó el día. Ame me dijo que alucino y que soy muy intensa, pero así soy.
jueves, 3 de julio de 2014
02 julio, 2014
Como a las 16.00 me llegó el primer texto de una serie muy divertida que me subieron los colores y me inquietaron toda. Digamos que fue la primera vez that we sexted. Insisto, nunca es lo mismo dos veces con este hombre. Me enloquece y eso me agrada.
miércoles, 2 de julio de 2014
1 julio, 2014
Estaba cantando en la tranquila soledad de mi cuarto y llegó su mensaje, "Descansa preciosa, mil besos!!!!!" Fui feliz.
martes, 1 de julio de 2014
30 junio, 2014
El sábado -que por ser 100% trágico no aparece en este blog- Óscar y yo quedamos de vernos para hablar y decidir qué onda. Yo le dije que el lunes. Yo quería el sábado, él no podía hasta el domingo, yo le dije que el lunes. Evité a Sabina para no influenciarme y tomar hasty decisions. Escuché a P!nk. Y de repente, alrededor de las 17.00 me llegó un mensaje de Óscar preguntándome si podía hablarme. Le dije que sí. Dijo que se le complicaba llegar a las 19.00, pero que seguramente llegaría a las 19.30. Quedamos que yo me movía y cuando me estableciera en algún lugar, le hablaba para vernos ahí. Ni me apuré en salir, pero eran 19.15 y yo ya estaba casi en el metrobús de José María Rico cuando le mandé un mensaje preguntándole qué tan lejos estaba. Me dijo que ya estaba cerca y no se tardó en llegar por mí. Dijo 19.30 y eran las 19.35. I was really and favorably impressed.
Nos fuimos a cenar a Julius Pizza rumbo al TAE, donde una vez me llevó Adam. Ironías de la vida y ya. Hablamos de muchas cosas. Me ofreció una Mac en los pagos que yo quisiera y es lo más peligroso y lo que nunca jamás en la vida voy a aceptar. Dependencias nunca jamás y menos económicas. Me compraré mi lap top con mi dinero en diciembre cuando finalmente sea editora. Meterse en deudas con quienes tienes relaciones inciertas es so not recomendado. Hablamos de las hijas, de las familias y me encanta cómo me ve cuando hablo. Me facilita mucho hablar. Y él me interrumpía mucho, lo cual toleré, pero tal vez no lo haga de nuevo. Whatever. Le conté mis largas historias de amores pasados, de decepciones y de lecciones concluyendo con -En mi familia somos longevos, y no quiero despertarme un día ya anciana y arrepentirme de lo que no hice.
No me captó nada. Me decepcionó mucho. Total le dije que va, que andamos y que seamos felices. Y fuimos felices. Llegamos a la casa y otra vez nos besamos como si fuéramos estudiantes de no sé si secundaria o preparatoria. Pero como si todavía tuviéramos la hormona a flor de piel. Y, creo que así es.
Estaba todo emocionado recordando el sábado en la mañana y le dije que no. Que tenía que trabajar al día siguiente y se fue. Y ya en casa le mandé un mensaje donde le mandaba todos los besos que se me habían quedado atorados. ¿Qué quieres? Lo que más me gusta de esta situación es comérmelo a besos. Y me respondió, "¿Cuántos te caben en tu boca?" Y le contesté, "Los que sean, siempre voy a querer más." Y me respondió, "Entonces te mando mil solo por hoy." Y me dio risa y ya no contesté nada. Hoy no le he enviado nada, ni él a mí. Me pregunta constantemente si quiero verlo más seguido y le digo que sí, pero no hace nada. Pero soy feliz.
Nos fuimos a cenar a Julius Pizza rumbo al TAE, donde una vez me llevó Adam. Ironías de la vida y ya. Hablamos de muchas cosas. Me ofreció una Mac en los pagos que yo quisiera y es lo más peligroso y lo que nunca jamás en la vida voy a aceptar. Dependencias nunca jamás y menos económicas. Me compraré mi lap top con mi dinero en diciembre cuando finalmente sea editora. Meterse en deudas con quienes tienes relaciones inciertas es so not recomendado. Hablamos de las hijas, de las familias y me encanta cómo me ve cuando hablo. Me facilita mucho hablar. Y él me interrumpía mucho, lo cual toleré, pero tal vez no lo haga de nuevo. Whatever. Le conté mis largas historias de amores pasados, de decepciones y de lecciones concluyendo con -En mi familia somos longevos, y no quiero despertarme un día ya anciana y arrepentirme de lo que no hice.
No me captó nada. Me decepcionó mucho. Total le dije que va, que andamos y que seamos felices. Y fuimos felices. Llegamos a la casa y otra vez nos besamos como si fuéramos estudiantes de no sé si secundaria o preparatoria. Pero como si todavía tuviéramos la hormona a flor de piel. Y, creo que así es.
Estaba todo emocionado recordando el sábado en la mañana y le dije que no. Que tenía que trabajar al día siguiente y se fue. Y ya en casa le mandé un mensaje donde le mandaba todos los besos que se me habían quedado atorados. ¿Qué quieres? Lo que más me gusta de esta situación es comérmelo a besos. Y me respondió, "¿Cuántos te caben en tu boca?" Y le contesté, "Los que sean, siempre voy a querer más." Y me respondió, "Entonces te mando mil solo por hoy." Y me dio risa y ya no contesté nada. Hoy no le he enviado nada, ni él a mí. Me pregunta constantemente si quiero verlo más seguido y le digo que sí, pero no hace nada. Pero soy feliz.
29 junio, 20014
Corrí 8 k mientras México jugaba gracias a lo que el parque estaba deliciosamente vacío. Correr y estar sola me sirvió para pensar y traumarme a gusto, incluso para cantar en voz alta.
27 junio, 20014
The best and the worst. Lo siento, este día no puede ser solo bueno. Fue un día intenso. O mejor dicho, una noche muy intensa. Demasiado.
Día intenso de trabajo sin parar. Final del torneo Santillana. Aurora y yo fuimos. Malú nos había invitado a la fiesta después, pero yo no quería ir. Yo tenía otros planes. Ame iba a salir y yo no sabía todavía qué onda con mi Mr. Charming. Ame me recomendó que no intenseara y que si a las 20.00 no sabía nada que le enviara un mensaje preguntándole toda casual si nos íbamos a ver o no. Y pues eso hice y el muy malvado me contestó media hora después y yo estaba toda enojada y con ganas de mandarlo al cuerno. Porque él me había dicho que nos veíamos y luego me responde, "¡Va! Nos vemos, pero llego tarde." Y yo en el saque de onda, pero bueno. Me bañé súper tarde, a las 20.00 porque me dijo que llegaba a las 10.30, lo que se traduce a las 11.30. Anyway. Me arreglé bonita. Y hasta eso, llegó a la hora que había dicho, suponiendo que eran las 11.30, llegó a las 11.20. Le hice la broma de que hasta eso había llegado temprano. Fuimos a cenar a unas hamburguesas en La Nápoles y platicamos. Le dije que quería hablar con él de algo y él estaba muy interesado, pero yo me hacía la idiota porque no me salía, no me daba el valor. Quería preguntarle en qué plan estábamos saliendo. Total en eso suena su teléfono y era Rubén desde el teléfono de Antonieta preguntándole a qué hora iba a ir a la fiesta. Me preguntó si quería ir y que como yo quisiera. La verdad así sí quería ir, con él. Pero, tenía pavor a encontrarme con Héctor, que aunque no me había pelado para nada en la semana y hasta en el mero torneo fue a decirle quién sabe qué cosa a Aurora y a mí me ignoró olímpicamente, está loco y no sabía qué fish. Entonces, fuimos a comprar cigarros. SE fumó su cigarro y empezó con choros existencialistas. Que la vida es muy corta, que se le murió un hermano, que hay que vivir, y blá. Yo me metí al carro porque hacía frío y me aburría. De repente se acaba el cigarro, lo tira, lo aplasta, hace pausa dramática me ve y realmente triste he blurts out, -Clau, vivo con alguien y tengo una hija.
Me quedé muda. Lo sabía, deep inside lo sabía. Anto iba a averiguar eso en la fiesta. No supe qué decir ni qué hacer. Tenía muchas ganas de llorar y hasta me dolió la panza. Me vio y me dijo, -Por favor di algo. ¡No podía! ¿Qué digo? ¿Otra vez? ¿Cero y van tres? I'm kinda getting fed up? No. Lo peor del caso es que no fue como con Ricardo o con Héctor. Óscar es diferente. Ya sé, ya sé. Sé que es la misma historia. Es el mismo patrón idiota y estúpido, es la misma píldora que me dora. Pero sus características, su "oscaridad" es lo que lo hace diferente. Ricardo le sacó, Héctor es un niño de 15 años encerrado en un anciano de 52 casi 53. Óscar no. Está dispuesto a subirse a este tren. Lo ha hecho y conforme escribo me voy aterrando. Pero estoy enamorada aka idiotizada por este hombre más joven que yo, que tiene ambiciones más allá de alimentar a su familia, de pensionarse y poner un negocio, que no le teme a la vida, que no le teme a un dios egoísta, que -y esto me aterra- no le teme a romper corazones, o tal vez sí. I really don't know en qué me estoy metiendo. ¿Qué pedo conmigo? No podía hablar. No dije nada. Lo abracé y le dije que algo intuía. Y le pregunté en qué plan salíamos. Y él me dijo que en el plan que yo quisiera, que estaba a mi disposición. Too much power confuses people not used to it. Tampoco pude contestar eso. Y me vio con verdadero terror. Estaba preocupado por mi respuesta y me jaló hacia él y me abrazó y así estuvimos. Me dijo, -Si quieres no hay sexo. Como quieras. Pero supongo que rogaba que yo no aceptara esa sugerencia. Para romper la tensión le dije que todavía tenía algo que confesarle que le iba a dar risa. Y le dije, -Sí anduve con Héctor. Pero ya fue, se acabó hace mil años.
Y se rió.
Y le dije, -Tenemos que ir a una fiesta.
Y fue por las cervezas y fuimos a la fiesta.
II
Nunca olvidaré la cara de Héctor cuando me vio entrar del brazo de Óscar. Me vio y se quedó helado, pero rápidamente se recuperó y siguió cantando. Sí canta bien. Lástima que ya no está la situación para que me dedique algo. Después desapareció. Lo noté de inmediato. Óscar fue por una cerveza y me dijo, -¿Y si Héctor me reclama?
-No te va a reclamar nada. Le dije
Bailamos y me preguntó, -¿Dónde está Héctor?
Fingí que lo buscaba y dije, -Ni idea. Igual y ya se fue.
Solo Dios sabe si se había ido o si se bajó a dormir.
Bailamos y nos divertimos mucho. Anto estaba muy mal y luego me dijo que me había estado evitando porque no quería decirme que había averiguado que Óscar estaba casado. Y eso es lo malo y lo triste. Y la noche fue linda. Sí sentí la cara de Héctor todo el tiempo. Pero como no me había hablado en toda la semana, pues ni sé si se fue por verme con Óscar o simplemente por verme. Como está loco...
III
Llegamos a las 6.00 a la casa y justo en ese momento empezó el gran aguacero. No podía salir del auto porque no llevaba mi paraguas. Nos empezamos a besar, ¿por qué no? No nos habíamos besado como nos gusta. Y pues se empañaron los vidrios, la calle estaba vacía por la lluvia y por la hora y nos apasionamos, o mejor dicho, él se emociona y yo me dejo llevar. Es como en el baile, me sabe bailar. Bailo a su ritmo y me dejo. Y dejo salir todo mi wild and crazy side. Y se fue con una gran sonrisa.
Día intenso de trabajo sin parar. Final del torneo Santillana. Aurora y yo fuimos. Malú nos había invitado a la fiesta después, pero yo no quería ir. Yo tenía otros planes. Ame iba a salir y yo no sabía todavía qué onda con mi Mr. Charming. Ame me recomendó que no intenseara y que si a las 20.00 no sabía nada que le enviara un mensaje preguntándole toda casual si nos íbamos a ver o no. Y pues eso hice y el muy malvado me contestó media hora después y yo estaba toda enojada y con ganas de mandarlo al cuerno. Porque él me había dicho que nos veíamos y luego me responde, "¡Va! Nos vemos, pero llego tarde." Y yo en el saque de onda, pero bueno. Me bañé súper tarde, a las 20.00 porque me dijo que llegaba a las 10.30, lo que se traduce a las 11.30. Anyway. Me arreglé bonita. Y hasta eso, llegó a la hora que había dicho, suponiendo que eran las 11.30, llegó a las 11.20. Le hice la broma de que hasta eso había llegado temprano. Fuimos a cenar a unas hamburguesas en La Nápoles y platicamos. Le dije que quería hablar con él de algo y él estaba muy interesado, pero yo me hacía la idiota porque no me salía, no me daba el valor. Quería preguntarle en qué plan estábamos saliendo. Total en eso suena su teléfono y era Rubén desde el teléfono de Antonieta preguntándole a qué hora iba a ir a la fiesta. Me preguntó si quería ir y que como yo quisiera. La verdad así sí quería ir, con él. Pero, tenía pavor a encontrarme con Héctor, que aunque no me había pelado para nada en la semana y hasta en el mero torneo fue a decirle quién sabe qué cosa a Aurora y a mí me ignoró olímpicamente, está loco y no sabía qué fish. Entonces, fuimos a comprar cigarros. SE fumó su cigarro y empezó con choros existencialistas. Que la vida es muy corta, que se le murió un hermano, que hay que vivir, y blá. Yo me metí al carro porque hacía frío y me aburría. De repente se acaba el cigarro, lo tira, lo aplasta, hace pausa dramática me ve y realmente triste he blurts out, -Clau, vivo con alguien y tengo una hija.
Me quedé muda. Lo sabía, deep inside lo sabía. Anto iba a averiguar eso en la fiesta. No supe qué decir ni qué hacer. Tenía muchas ganas de llorar y hasta me dolió la panza. Me vio y me dijo, -Por favor di algo. ¡No podía! ¿Qué digo? ¿Otra vez? ¿Cero y van tres? I'm kinda getting fed up? No. Lo peor del caso es que no fue como con Ricardo o con Héctor. Óscar es diferente. Ya sé, ya sé. Sé que es la misma historia. Es el mismo patrón idiota y estúpido, es la misma píldora que me dora. Pero sus características, su "oscaridad" es lo que lo hace diferente. Ricardo le sacó, Héctor es un niño de 15 años encerrado en un anciano de 52 casi 53. Óscar no. Está dispuesto a subirse a este tren. Lo ha hecho y conforme escribo me voy aterrando. Pero estoy enamorada aka idiotizada por este hombre más joven que yo, que tiene ambiciones más allá de alimentar a su familia, de pensionarse y poner un negocio, que no le teme a la vida, que no le teme a un dios egoísta, que -y esto me aterra- no le teme a romper corazones, o tal vez sí. I really don't know en qué me estoy metiendo. ¿Qué pedo conmigo? No podía hablar. No dije nada. Lo abracé y le dije que algo intuía. Y le pregunté en qué plan salíamos. Y él me dijo que en el plan que yo quisiera, que estaba a mi disposición. Too much power confuses people not used to it. Tampoco pude contestar eso. Y me vio con verdadero terror. Estaba preocupado por mi respuesta y me jaló hacia él y me abrazó y así estuvimos. Me dijo, -Si quieres no hay sexo. Como quieras. Pero supongo que rogaba que yo no aceptara esa sugerencia. Para romper la tensión le dije que todavía tenía algo que confesarle que le iba a dar risa. Y le dije, -Sí anduve con Héctor. Pero ya fue, se acabó hace mil años.
Y se rió.
Y le dije, -Tenemos que ir a una fiesta.
Y fue por las cervezas y fuimos a la fiesta.
II
Nunca olvidaré la cara de Héctor cuando me vio entrar del brazo de Óscar. Me vio y se quedó helado, pero rápidamente se recuperó y siguió cantando. Sí canta bien. Lástima que ya no está la situación para que me dedique algo. Después desapareció. Lo noté de inmediato. Óscar fue por una cerveza y me dijo, -¿Y si Héctor me reclama?
-No te va a reclamar nada. Le dije
Bailamos y me preguntó, -¿Dónde está Héctor?
Fingí que lo buscaba y dije, -Ni idea. Igual y ya se fue.
Solo Dios sabe si se había ido o si se bajó a dormir.
Bailamos y nos divertimos mucho. Anto estaba muy mal y luego me dijo que me había estado evitando porque no quería decirme que había averiguado que Óscar estaba casado. Y eso es lo malo y lo triste. Y la noche fue linda. Sí sentí la cara de Héctor todo el tiempo. Pero como no me había hablado en toda la semana, pues ni sé si se fue por verme con Óscar o simplemente por verme. Como está loco...
III
Llegamos a las 6.00 a la casa y justo en ese momento empezó el gran aguacero. No podía salir del auto porque no llevaba mi paraguas. Nos empezamos a besar, ¿por qué no? No nos habíamos besado como nos gusta. Y pues se empañaron los vidrios, la calle estaba vacía por la lluvia y por la hora y nos apasionamos, o mejor dicho, él se emociona y yo me dejo llevar. Es como en el baile, me sabe bailar. Bailo a su ritmo y me dejo. Y dejo salir todo mi wild and crazy side. Y se fue con una gran sonrisa.
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