martes, 8 de julio de 2014

7 julio, 2014

Y le mandé un mensaje a Mr. Charming preguntándole qué quería decir que me comiera el chocolate y contestó que tener sexo con él toda la vida. Y me dio risa. Y luego me dio tristeza. Y es que así soy. Sé que no me ofreció nada y sé que eso acepté, pero de repente sí quiero todo. O bueno, algo más que solo sexo infinito. Y es que maldito Sabina tenía que meterme el concepto del amor que nunca muere y de querer del otro solamente que muera por mí.
Ok, ya. En la noche Ame y yo fuimos a cenar y platicamos y me cae muy bien mi hija, amo la relación que tenemos y si yo nunca consigo ser la gran escritora, ella sí será la gran artista. Y bueno, hasta eso Mr. Charming también me impulsa. Me preguntó cómo iba mi historia para el concurso, sabe que es la que urge. Sabe. Pone atención y le importa. Es el tipo de persona que sabe lo que quiere y que va por ello. Eso es de aprendérselo. Eso es lo que sacaré de él. Esa será la lección que me deje.
Quedé con Helena de cenar mañana.

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